¿Alguna vez has pensado en tener tu cocina abierta al salón? En los últimos años, los espacios abiertos se han convertido en tendencia.
Inspírate con esta cocina abierta al salón diseñada para compartir espacios.
Cocina abierta en forma de U
Un espacio rectangular es la solución para crear este ambiente compartido entre cocina y salón. La distribución de la cocina en U, permite aprovechar todas las paredes, optimizando así el espacio y dejando el centro de la estancia libre.
Esta forma de distribución también favorece el triángulo de trabajo. Permitiéndonos crear la unión perfecta entre la zona de almacenaje, zona de fuego y, por último, la zona del fregadero, situado en un lugar estratégico justo debajo de un gran ventanal. Esto nos permite disfrutar de una gran cantidad de luz natural mientras se lavan y preparan los alimentos.
Otra de las ventajas de las cocinas en forma de U, es la gran cantidad de almacenaje que podemos conseguir aprovechando todas las paredes y llevando los armarios cerrados hasta el techo.
Espacios compartidos: cocina y salón
La espectacular mesa de madera natural que da entrada a la cocina, así como las grandes lámparas negras y doradas, cautivan gran parte de las miradas. Aportando un contraste actual y elegante al piso. Además, las sillas en verde pastel, proporcionan un toque dulce y delicado al espacio. Armonizando los espacios de cocina y salón-comedor.
La estantería de obra que se sitúa justo enfrente de la mesa principal y que hace de unión entre los ambientes, queda perfectamente integrada con el resto del mobiliario por sus formas rectas y su color blanco.
Combinación ganadora: blanco y gris
En la cocina encontramos una combinación de colores ganadora: blanco y gris. Estos dos tonos nos permiten crear un espacio luminoso, elegante y armónico.
Reforzando esta combinación con pequeños toques de negro y madera para los detalles más sutiles.
Blanco para los muebles de cocina
Por un lado, para reforzar la luminosidad natural del piso y lograr mayor sensación de amplitud elegimos muebles blancos. Además, facilitan la decoración, ya que quedan bien con cualquier otro color que se elija. Con este tono diseñamos los muebles de líneas sencillas para crear el estilo minimalista y contemporáneo que quería nuestra clienta.
Gris para la encimera
Por otro lado, la encimera gris nos genera ese contraste que aporta carácter y minimiza el riesgo de una atmósfera excesivamente impersonal. Además de la encimera, se ha extendido el color gris al revestimiento de la pared, obteniendo así un resultado elegante y actual.
Negro y madera para los detalles
Para completar esta combinación, hemos usado la gola de los muebles en color negro. Al igual que los electrodomésticos de la cocina, como el fregadero y grifo de Blanco, o el horno, el microondas e incluso la nevera de cristal, todo ello de Balay.
Por último, para aportar el toque cálido, incorporamos al inicio de la cocina un revestimiento en madera que cubre una columna. De igual modo, usamos la misma madera para una pequeña estantería abierta que colocamos junto a los muebles altos de la cocina. Utilizar este elemento ligero, permite mantener la alineación perfecta en todos los muebles. Un detalle del que no siempre somos conscientes, pero que resulta muy gratificante una vez que el diseño se convierte en realidad.
Esta cocina abierta en color blanco y gris, permite aunar la sofisticación y profundidad de los tonos oscuros con la luminosidad y la sencillez de los claros. ¡No es de extrañar que esta combinación sea tendencia!
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